Hace mucho tiempo en una montaña muy alta , había un águila quien todos los días con mucha dedicación le enseñaba a volar su pichón…
En aquellos tiempos el clima era perfecto , el cielo estaba despejado y la luz del sol iluminaba sus días.
Un día, llegado el otoño, el cielo se cubrió de densas nubes negras.
El pichón, acostumbrado a ver el cielo y el sol, pegó un grito de desesperación y comenzo a llorar porque ya no veía ese manto celeste con su sol resplandeciente que lo acompañaba en sus vuelos.
El pichón, acostumbrado a ver el cielo y el sol, pegó un grito de desesperación y comenzo a llorar porque ya no veía ese manto celeste con su sol resplandeciente que lo acompañaba en sus vuelos.
El águila, viendo esto, le pidió que le acompañara y remontaron vuelo en dirección a las nubes.
Luego de una trabajosa travesía, estaban por encima de las nubes.
El pichón estaba loco de alegría, se había superpuesto a esas negras nubes que le ocultaban su sol y su manto azul.
Moraleja:
Nuestra fe tiene que ser mas grande que nuestros problemas, no pienses cuan grande es tu problema , piensa cuan grande es tu Dios …
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