Jesús, aunque experimente dificultades y
problemas, situaciones de sufrimiento y dolor, momentos difíciles de comprender
y de aceptar, siguiendo el ejemplo de María, tengo la seguridad que todo tendrá
una razón y un sentido. Sin embargo soy débil para ofrecerte que quiero ser
purificada en el dolor… simplemente sé y confío en que me darás lo que necesito
para entrar un día en el cielo, ¡gracias Dios mío!