El camino del amor...Sólo el que ama es feliz.





Hay muchos caminos que conducen a diferentes lugares, pero el único que nos conduce al cielo se llama: JESÚS (Juan 14:6)






domingo, 19 de febrero de 2012

«Que tome su cruz y me siga»

A lo largo de nuetra vida Cristo no nos pide que llevemos con él toda su pesada cruz, sino tan sólo una pequeña parte aceptando nuestros sufrimientos.
No tenemos nada que temer. Por el contrario, devemos sentirnos dichosos de haber sido juzgados dignos de tener parte en los sufrimientos del Hombre-Dios. Por parte del Señor, no se trata de un abandono ni de un castigo; por el contrario, es un testimonio de su amor, de un gran amor para con nosotros. Debemos dar gracias al Señor y resignarnos a beber el cáliz de Getsemaní. A veces el Señor nos hace sentir el peso de la cruz, este peso nos parece insoportable y, sin embargo, lo llevamos porque el Señor, rico en amor y misericordia, nos tiende la mano y nos da la fuerza necesaria. El Señor, ante la falta de compasión de los hombres, tiene necesidad de personas que sufran con él.  Así pues, que el Señor sea siempre bendito, porque su amor trae suavidad en medio de la amargura; él cambia los sufrimientos pasajeros de esta vida en méritos para la eternidad.



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