Cuantas veces nuestro enojo es la mejor forma de esconder la tristeza que realmente tenemos. Resulta prácticamente sistemático para muchos, este tipo de reacciones. Muy probablemente lejos de querer herir a alguien con nuestras reacciones, solo pretendemos defendernos de más dolor.
Lamentablemente no somos siempre conscientes de nuestros actos y el dolor que generamos al prójimo, es dolor que nos infringimos a nosotros mismos Que fácil pedir perdón, pero cuanto nos cuesta. Que fácil sentirse victima, pero que difícil es aceptar una situación y reaccionar ante ella dentro de nuestras posibilidades.
No hay mejor momento que este mismo para parar un segundo, llamar a alguien y decirle lo que lo sientes.
La felicidad se alcanza cuando
lo que uno piensa,
lo que uno dice ylo que uno piensa,
lo que uno hace
están en armonía.
Gandhi
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