El camino del amor...Sólo el que ama es feliz.





Hay muchos caminos que conducen a diferentes lugares, pero el único que nos conduce al cielo se llama: JESÚS (Juan 14:6)






martes, 18 de marzo de 2014

La Vida

La Vida, en sus altos y bajos, nos lleva a caminar por distintos senderos....
A veces, situaciones tan felices y agradables, que compartirlas con los demás, es nuestra mayor alegría... Sin embargo, cuando los momentos que vivimos son difíciles, ahí es cuando todo se tambalea y necesitamos de una mano amiga, de un hombro cercano, de unas palabras de aliento, de un consuelo, de una palabra oportuna que anime y nos permita salir pronto adelante...

Qué difícil es darse cuenta que tristemente muchos nos fallan, necesitamos de su ayuda y por algún motivo no están ahí, .... pero también es ahí, cuando reconocemos y vemos entre nosotros a la gente que nos quiere en realidad y valen la pena ...

Dios bendiga a quienes me han tendido una mano cuando lo he necesitado.

domingo, 16 de marzo de 2014

La cruz

La vida esta llena de pequeñas cruces, muchas veces demasiado pesadas.
En este momento de mi vida siento que no puedo mas, pues las cruces del momento pareciera que se unen en una sola y gran cruz.
Esa cruz es demasiado pesada, tanto que solo consigo a duras penas arrastrarla.

Siento la tentación de pedirle al Señor que la corte un poquito, pero al final solo me atrevo a pedirle que haga de Cirineo y me ayude con el peso.
Es verdad que eso es lo cristiana mente correcto, pero humanamente me gustaría huir del mundo, escapar donde no llegue el dolor, donde simplemente pase la vida sin mas.
¿Cobardía? Puede ser. Pero que alguien me diga como hacer para no sentir esto que siento.
Rezar, confiar en el Señor, vivir de la Eucaristía.........Si, eso intento y es lo que me va manteniendo. Me pregunto ¿hasta cuando podre seguir así?

Si alguien tiene alguna respuesta valida, por favor que me lo diga. Necesito ayuda.
Desde mi corazón sale como oración, el salmo 129

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de tí procede el perdón,
y así infundes respeto.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. 

sábado, 15 de marzo de 2014

La muerte

La experiencia de la muerte es una de las experiencias más dolorosas que vivimos.
Frente a ella hay pocas cosas que podemos decir o hacer.
Quienes hemos perdido un ser querido, sabemos que en esos momentos las palabras no alcanzan y los "por qué" no nos llegan al corazón. Nos sentimos abandonados y la tristeza nos invade.
Es como estar frente a un abismo, y nos cuesta ver cómo seguir caminando.
Estamos como ciegos ante la vida, no podemos ver.
En esos momentos lo que nos ayuda y reconforta es la presencia de personas que nos quieren, porque lo que nos hace bien es sentirnos acompañados, sentir que tenemos
un hombro donde podemos recostarnos, donde podemos descansar.
Porque a veces las palabras sobran, Jesús simplemente camina a nuestro lado, siguiendo el ritmo de cada uno. Esa es su manera de querernos y cuidarnos: estando con nosotros en las muertes que experimentamos, muertes que también pueden ser pequeñas y cotidianas.